A inicios del año, fuimos testigos de alertas relacionadas con un frente frío extremo originado en el Ártico, causando perjuicios significativos en la población, en sus actividades económicas y, hasta cierto punto, en las decisiones políticas de los países afectados.

Esta intensa ráfaga de frío marcó los primeros meses del año, desencadenando temperaturas extraordinariamente bajas que se extendieron desde la frontera canadiense hasta la frontera sur de México. Este fenómeno ha afectado de manera más pronunciada a Estados Unidos, registrando temperaturas bajo cero en gran parte del sur y centro del país. Las consecuencias han sido múltiples alertas debido a la exposición de la población, lo que ha resultado en casos de congelación e hipotermia. Este impacto climático ha llevado incluso a defunciones, limitado el desplazamiento y generado condiciones de viaje peligrosas. Los planteles educativos se encontraban cerrados y las aerolíneas cancelaron miles de vuelos debido a las condiciones climáticas y la nula visibilidad.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió avisos sobre futuras tormentas que podrían ser igual o más fuertes que la anterior, teniendo como consecuencias apagones en territorio estadounidense, fuertes tornados, granizo de gran tamaño y ráfagas de viento peligrosas. Además, como resultado de este fenómeno natural, se han reprogramado eventos de la primera contienda de nominación política.

Sin embargo, surge la pregunta: ¿por qué experimentamos olas de frío en medio de un escenario de calentamiento global? El fenómeno conocido como “Amplificación Ártica”, vinculado al calentamiento en el Ártico, aumenta la probabilidad de que el aire polar helado se desplace hacia el sur, debido a la desaparición de nieve en el hemisferio norte. Se destaca también que las perturbaciones en el vórtice polar impulsan la corriente en chorro, dirigiendo así el aire frío hacia América del Norte, Europa y Asia.

En 2012, se publicó un artículo titulado “Evidence linking Arctic amplification to extreme weather in mid-latitudes”, el cual expone la teoría que establece la conexión entre el impacto del cambio climático en el Ártico y los eventos climáticos extremos invernales:

“El aumento del calentamiento del Ártico reduce el gradiente de temperatura hacia los polos, afectando las ondas en el flujo de niveles superiores de dos maneras observables, ambas ralentizando los patrones climáticos y favoreciendo el clima extremo” (Francisco J., Vavrus, S., 2012).

Hasta la fecha, esta teoría continúa siendo objeto de estudio por parte de diversos catedráticos y científicos que buscan comprender su mecanismo y encontrar soluciones a esta problemática, a través del análisis de diferentes modelos climáticos.

Fuentes de consulta

France 24. (15 de enero de 2024). Millones de personas en Estados Unidos y México, en alerta por frente frío extremo del ártico. France 24. https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20240115-millones-de-personas-en-estados-unidos-y-m%C3%A9xico-en-alerta-por-frente-fr%C3%ADo-extremo-del-%C3%A1rtico

Francis, J. A., & Vavrus, S. J. (2012). Evidence linking Arctic amplification to extreme weather in mid-latitudes. Geophysical Research Letters, 39(6), 6 pp. https://doi.org/10.1029/2012GL051000 Gilbert, M. (11 de enero de 2024). Pronóstico de la tormenta invernal en EE.UU.: ventisca, tornados y más. CNN.https://cnnespanol.cnn.com/2024/01/11/tormenta-invernal-ventisca-trax/

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